Civil

Acreedor y deudor: concepto y diferencias

Diferencias entre acreedor y deudor

Con frecuencia se confunden los términos deudor y acreedor. Son las dos caras de una misma moneda, pero es importante saber diferenciarlas.

Jurídicamente, son los dos sujetos que forman parte de una misma obligación. Entendiendo la obligación como la relación legal en la que un sujeto (acreedor) tiene el derecho de exigir a otro (deudor) una determinada prestación.

El deudor: características y ejemplos

Un deudor es aquel que, siendo una persona física o jurídica, está obligado a cumplir con una prestación económica. Ante esta obligación, de hecho, responde con su propio patrimonio.

Así, un deudor puede ser tanto una persona como una empresa, institución o fundación.

La característica más importante del deudor es que, si no cumple con su obligación, sus bienes podrán ser embargados y subastados para pagar con el dinero resultante la deuda que esté pendiente. Y esto podrá hacerse tanto con los bienes actuales como con los futuros.

Algunos ejemplos de deudores son los siguientes:

  • Personas que compran un móvil a plazos y están obligadas a pagar cada una de sus cuotas en el momento de su vencimiento.
  • Quienes contratan un hotel con la condición de abonar su precio a la llegada al mismo.
  • Cuando un ayuntamiento expropia los bienes inmuebles que son propiedad de alguno de sus vecinos y le debe por ello el pago del justiprecio.
  • Quien tiene contratada una hipoteca o un alquiler y ha de pagar mes a mes las cuotas correspondientes.
  • El titular de un contrato de Internet, que ha aceptado tener ese servicio por un precio fijo al mes.
  • La empresa que no ha pagado todavía alguno de los impuestos que le corresponden.

El acreedor: características y ejemplos

Igual que ocurre con los deudores, los acreedores también pueden ser personas físicas o jurídicas.

En este caso, el acreedor tiene derecho a pedir que se le pague la cantidad de dinero que adeuda el deudor.

Si nos centramos en los anteriores supuestos de deudores, nos encontramos exactamente con los siguientes ejemplos de acreedores:

  • La tienda que ha vendido el ordenador a plazos.
  • El propietario del hotel de lujo que ha contratado el deudor.
  • El vecino que debe recibir el justiprecio por parte del ayuntamiento que le ha embargado su bien inmueble.
  • El banco o el casero que debe recibir cada mes las cuotas de la vivienda hipotecada o alquilada, respectivamente.
  • La compañía de telecomunicaciones que presta la conexión de Internet al titular del contrato.
  • La Agencia Tributaria, que es la responsable de recaudar los impuestos.

En definitiva, entendemos que deudor y acreedor son dos figuras complementarias: una no puede existir sin la otra y, siempre que exista una, existirá la otra.