Las costas judiciales, también denominadas costas procesales, corresponden con los gastos imprescindibles que se deben pagar durante un proceso judicial.
A continuación, vemos exactamente cuáles son los gastos del proceso que comprenden las costas judiciales y quién debe ser el responsable de pagarlas.
¿Qué cubren las costas judiciales?
Estas costas pueden suponer un desembolso económico muy importante. En concreto, estos costes pueden incluir:
- Los honorarios del abogado y del perito, en caso de ser necesario.
- Los derechos del procurador, cuando se requiere su intervención.
- Notificaciones judiciales, copias, documentos, testimonios, etc.
- Inserción de anuncios o edictos.
- Derechos arancelarios como el pago del notario.
- Indemnizaciones a testigos.
- Otros gastos generados directamente por el propio proceso judicial.
¿Quién debe pagar las costas judiciales?
En principio, estos gastos judiciales que se vayan generando durante el proceso se van abonando por cada una de las partes.
No obstante, es obligatorio que al final del proceso se decida sobre el pago de estas costas. En la sentencia final se puede imponer una condena en costas que supone que el juez va a obligar a la persona que pierda el juicio a pagar estos gastos del proceso a la parte vencedora.
Alguna de las partes puede solicitar esta condena en un procedimiento, denominado tasación de costas, acompañando dicha solicitud con las facturas y las minutas que justifiquen todos los gastos. Así, se comunicará el importe final de las costas judiciales al condenado pudiendo impugnarlas si no estuviera de acuerdo.