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Diferencias entre arrendador y arrendatario

Diferencias entre arrendador y arrendatario

Con frecuencia se confunden los términos arrendador y arrendatario y, sobre todo, los derechos y las obligaciones que tiene cada uno. Pero estas dos figuraras presentan importantes diferencias.

Estos se encuentran recogidos tanto en el Código Civil como en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

Para que no quede ninguna duda al respecto, a continuación analizamos a fondo ambos conceptos y la diferencia entre arrendador y arrendatario.

El arrendador en un contrato de alquiler

La figura del arrendador es la encargada, siempre que exista un contrato de arrendamiento, de ceder su propiedad para el uso y disfrute de otra persona. A cambio, recibe de ella una renta.

La mayoría de las veces, el arrendador es el propietario del bien. Otras, simplemente es un gestor.

Los derechos del arrendador

Aparte de percibir la renta acordada en tiempo y forma, el arrendador tiene una serie de derechos. La mayoría de ellos tienen que ver con las garantías que puede exigir, por ejemplo:

  • Fianza.
  • Depósitos.
  • Avales.

Por otra parte, hay que señalar que en todo momento la titularidad del bien sigue siendo del arrendador. Por este motivo, es él quien ha de autorizar cualquier obra o reforma.

Además, también puede exigir que se le informe con antelación sobre la finalización del contrato. Y, al mismo tiempo, tiene derecho a no prorrogar más el alquiler, si necesita el inmueble para sí mismo o para alguno de sus familiares. Siempre que, eso sí, estos sean de primer grado.

Como es lógico, el arrendatario tiene derecho a recibir de vuelta la vivienda, como mínimo, en las mismas condiciones en las que la entregó. Si no fuera así, podría exigir las reparaciones necesarias o, si lo prefiere, una indemnización.

Finalmente, otra de las potestades del arrendatario es la de desahuciar al arrendador, si se da alguna de estas situaciones:

Las obligaciones del arrendador

Tal y como establece nuestro Código Civil, el arrendador tiene la obligación de:

  1. Entregar para su uso y disfrute la vivienda al arrendatario.
  2. Conservarla habitable o adecuada al uso convenido, haciendo las reparaciones que para ello sean necesarias, sin elevar por ello la renta.
  3. Permitir al arrendatario que permanezca en la vivienda todo el tiempo estipulado.

El arrendatario en un contrato de alquiler

Por su parte, el arrendatario en un alquiler es quien utiliza el bien arrendado. Igual que el arrendador, esta figura también tiene sus propios derechos y obligaciones.

1. Derechos del arrendatario

Comenzamos por el derecho más obvio de todos: el de usar y disfrutar del inmueble durante el tiempo convenido en el contrato. Además, puede exigir al propietario del bien que realice los ajustes o las reparaciones necesarias para que ese uso y disfrute pueda llevarse a cabo con normalidad.

Por otra parte, si el arrendatario decidiera vender la vivienda, el arrendador tendría derecho a la adquisición preferente. De hecho, se le debe comunicar la intención de venta con la suficiente antelación.

Además, los familiares del arrendador también cuentan con algunos derechos, en caso de que este último fallezca. En concreto, hablamos del derecho a subrogarse el contrato de alquiler, un derecho que ostentan:

  • El cónyuge o pareja de hecho.
  • Los descendientes.
  • Los ascendientes y los hermanos, si han convivido con él en los últimos dos años.
  • Cualquier pariente que haya convivido con el arrendatario ese mismo tiempo, si tiene una minusvalía de, al menos, el 65%.

2. Obligaciones del arrendatario

Las dos principales obligaciones del arrendatario son pagar las rentas y usar la vivienda únicamente para el fin acordado. Se entenderá como un incumplimiento del contrato, por ejemplo, pagar las rentas con retraso con respecto a lo pactado.

Por otro lado, el arrendatario tiene la obligación de comunicar al arrendador cualquier daño o perjuicio que se produzca sobre el bien. Por ejemplo, un robo o un desperfecto.

Y, por supuesto, cuando llegue el momento de devolver el bien, tendrá que hacerlo en las mismas condiciones en las que lo recibió.

El arrendatario tendrá que soportar, además, los costes de las averías que se produzcan en la vivienda a causa de un uso normal. Y, si durante el tiempo que está en la vivienda es necesario realizar reparaciones o reformas urgentes, este tendrá la obligación de soportarlas. Aunque, eso sí, podrá exigir una rebaja en la renta si estas obras duran más de 40 días.

Como conclusión, si tanto el arrendador como el arrendatario incumplen alguna de sus obligaciones, la otra parte puede exigir la rescisión del contrato e, incluso, una indemnización por daños y perjuicios.