Penal, Procesal

¿Qué es un juicio rápido?

Juicio rápido

Un juicio rápido es un proceso penal especial que permite que determinados delitos sean enjuiciados con una mayor agilidad y de manera más sencilla.

A continuación, durante los siguientes apartados, se explican las características y circunstancias que se deben dar para que se pueda proceder mediante un juicio rápido.

¿Cuándo se puede aplicar el juicio rápido?

El ámbito de aplicación de los juicios rápidos comprende la instrucción y el enjuiciamiento de los siguientes supuestos:

  1. Delitos penados con prisión que no exceda de cinco años.
  2. Delitos castigados con cualquier otra pena (únicas, conjuntas o alternativas) mientras que la duración sea menor de diez años.
  3. Cuando el proceso penal sea iniciado por un atestado policial y la Policía Judicial ponga a disposición judicial al detenido, o bien este haya sido citado para comparecer ante el Juzgado.

Además de los supuestos de aplicación anteriores, se añade que deben concurrir alguna de las siguientes circunstancias para que un delito pueda ser enjuiciado mediante un proceso rápido:

  • Debe tratarse de un delito flagrante, es decir, que el delincuente sea sorprendido en el momento en el que se esté cometiendo o se acabe de cometer el delito.

Delitos juicio rápido

Por otro lado, que se trate de alguno de los siguientes tipos de delitos como dispone la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) en su artículo 795:

En tercer y último lugar, que sea un hecho condenable cuya instrucción se estime que será sencilla.

Excepciones en la aplicación del juicio rápido

Existen algunos casos que quedan excluidos a la aplicación del juicio rápido.

Por un lado, no se aplicará este procedimiento para delitos conexos con otros delitos (cometidos por más de una persona, de forma simultánea o existiendo un acuerdo previo).

En segundo lugar, si un delito requiere de una investigación compleja y lenta, aun cumpliendo todas las circunstancias citadas en el apartado anterior, no se podrá aplicar un juicio rápido.

Por último y no por ello de menor importancia, quedan también excluidos los delitos en los que se haya decretado el secreto de actuaciones. En este caso se aplicará de manera supletoria lo establecido para el procedimiento abreviado (diferente al proceso rápido).

¿En qué consiste un juicio rápido?

El objetivo del juicio rápido penal es simplificar el procedimiento y reducir los plazos.

Si durante la fase de instrucción en el juzgado de guardia la persona acusada concuerda con el relato de hechos de la fiscalía, el juez de guardia dictará sentencia de conformidad. Contra la sentencia dictada con la conformidad del acusado no cabe recurso posible, por lo que esta será firme.

Sin embargo, si la persona acusada presta su conformidad se verá beneficiada con una reducción de un tercio en la pena solicitada por el fiscal, por lo que es importante contar con el asesoramiento de un abogado penalista experto para buscar el escenario más ventajoso para el acusado.

Si el acusado no está conforme puede rechazar la propuesta, presentar escrito de defensa y continuar el procedimiento posteriormente en el Juzgado de lo Penal en los 15 días siguientes.

Debido a que los hechos se suceden a gran velocidad, es muy importante contactar a la mayor brevedad con un abogado penalista que te asesore sobre cuáles son los posibles escenarios que se te presentan y cuál de ellos puede ser el más ventajoso.

En caso de no contar con la representación de un abogado, el acusado se encontrará en el juzgado de guardia con un abogado de oficio.