Civil

¿Qué hay que hacer para rescindir un contrato de alquiler?

Rescisión del contrato de alquiler

El contrato de arrendamiento es uno de los tipos de contrato más comunes que hay en nuestra sociedad. Quién no conoce a alguien que esté inmerso en una renta, ya sea como arrendador o arrendatario. Sin embargo, lo que no mucha gente conoce son los entresijos de este tipo de acuerdos: qué hay que tener en cuenta antes de firmarlo, qué situaciones pueden darse si las cosas no van según lo previsto o qué habría que hacer para rescindir un contrato de alquiler.

En este artículo nos centraremos en ese último punto, qué hacer para rescindir un contrato de alquiler. Tanto si estás en la posición del propietario, como en la del inquilino. Así, conocerás los derechos que tienen las dos partes a la hora de finalizar esta relación y dejar sin efecto el contrato.

Si bien es cierto que se puede establecer un alquiler de infinidad de elementos, en este caso concreto nos centraremos en bienes inmuebles o locales. Pues son los más comunes.

En cualquier caso, antes de dar cualquier paso en falso, conviene conocer bien todas las casuísticas. Y siempre es recomendable apoyarse en un especialista legal a la hora de llevar a cabo alguna de las siguientes decisiones.

Rescisiones efectuadas por el inquilino

El inquilino contará con distintas situaciones en las que podrá poner punto y final a su vínculo contractual con el propietario. Podrá hacerlo en casos justificados o en casos injustificados.

Casos justificados

Se entienden por casos justificados aquellas situaciones en las que el propietario interfiera en el uso cotidiano de la vivienda o no se haga cargo de las reparaciones o modificaciones que necesite la vivienda.

Casos injustificados

El inquilino o arrendatario podrá abandonar el inmueble en cualquier momento sin la necesidad de argumentar su salida. Puesto que no está obligado a permanecer allí permanentemente, él tendrá la posibilidad cesar su vinculación con el propietario. No obstante, se tendrá que atener a las consecuencias y por tanto pagar las penalizaciones que previamente estuvieran estipuladas.

En cualquier caso, la Ley de Arrendamientos Urbanos especifica que si se desea rescindir el contrato de alquiler sin justificación, se deben cumplir dos supuestos:

  1. El inquilino tendrá que notificárselo al propietario mínimo con un mes de antelación.
  2. Además, tendrán que haber transcurrido seis meses de contrato.

Rescisión del contrato de alquiler efectuada por el propietario

Hemos visto las opciones que están destinadas al inquilino, pero, ¿cuáles son las que tienen los arrendadores para zanjar un contrato de alquiler?

Incumplimiento del contrato

Una de las opciones que tienen los propietarios para solicitar la recuperación de su inmueble es que este no cumpla con las condiciones fijadas en el contrato de alquiler. Para ello, bastará con que no pague las rentas establecidas. En este caso el casero podrá forzar el abandono del inquilino moroso.

Además, también existen otras posibilidades, como que el inquilino desarrolle actividades prohibidas por ley o por contrato en el piso. Por ejemplo, que la subarriende a un tercero, que la utilice para el tráfico de sustancias ilegales o, incluso, que adopte un animal sin el consentimiento del casero.

Siempre y cuando el inquilino vulnere normas establecidas previamente en el contrato, existirá la posibilidad de rescindir el contrato.

Necesidad de la vivienda para disfrute particular o para familiares

El otro motivo habitual que suele motivar una rescisión de contrato entre inquilino y casero es que el propietario necesite la vivienda para sí o para un familiar en primer grado (padres o hijos).

Asimismo, esta opción también puede desarrollarse en el caso de que la vivienda fuera a destinarse para el cónyuge del propietario en caso de divorcio. En tal caso se debería haber incluido una cláusula previa en el contrato y se debería avisar al inquilino con dos meses de antelación. El contrato deberá llevar al menos un año en vigor.