Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito con la que las compras realizadas se aplazan automáticamente. El titular de la tarjeta debe realizar el pago de dichas compras en un número variable de plazos.
¿Qué es una tarjeta revolving?
Las tarjetas de crédito convencionales permiten dos opciones:
- Pagar las compras el mes siguiente, sin intereses. En este caso simplemente se aplaza al mes siguiente el pago de dichas compras.
- Pagar las compras a plazos, con intereses.
Sin embargo, con una tarjeta revolving solo se permite el pago aplazado con intereses, y funcionan como un crédito al consumo en lugar de como una tarjeta de crédito tradicional. El principal problema de estas tarjetas es que suelen contener intereses abusivos.
Desde la Sentencia 628/2015 de 25 noviembre de 2015 del Tribunal Supremo donde se anularon ciertos préstamos revolving, existe la posibilidad de anular las tarjetas de pago revolving acudiendo a la ley de Azcárate por considerarse usura y contener intereses abusivos, así como recuperar el dinero pagado a mayores en intereses.
A continuación, vemos con más detalle el funcionamiento, los inconvenientes de estas tarjetas y los modos de devolución del crédito revolving.
¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?
Este tipo de tarjetas consisten en que la entidad bancaria presta y adelanta una cantidad máxima de dinero al cliente. Por lo que las tarjetas revolving permiten comprar sin pagar en el momento y pudiendo devolver el dinero a plazos pero soportando unos intereses muy elevados que pueden alcanzar hasta el 25% (se consideran abusivos).
Según se van haciendo compras o disposiciones de efectivo con la tarjeta revolving, el saldo disponible se va reduciendo, hasta llegar al límite establecido por cliente. Además, a medida que se va pagando la deuda contraída, el dinero que se abona vuelve a aumentar el saldo de crédito disponible y esta nuevamente listo para gastar. Es decir, el importe que se va devolviendo se puede reutilizar, a diferencia de lo que ocurre con un préstamo al consumo convencional.
Por lo tanto, las tarjetas revolving provocan que las deudas contraídas por muy pequeñas que sean se conviertan en deudas muy grandes.
Devolución del crédito
Las entidades bancarias ofrecen distintas opciones para devolver el crédito de la tarjeta revolving:
- Pago a plazos de un porcentaje de la deuda en función de unos límites máximos y unos mínimos establecidos.
- Pago de una cuota fija todos los meses.
Con el formato de pago de una cuota fija, el principal problema es que si las compras superan la cuota mensual, el volumen de deuda seguirá aumentando.
Pero si se paga un porcentaje de la deuda cada mes, cuanto menor sea el saldo pendiente, la cuota seguirá siendo cada vez menor, pero a costa de alargar innecesariamente el plazo de devolución (con lo que aumenta la cifra de intereses).
Inconvenientes de las tarjetas revolving
Por lo tanto, en este apartado resumimos los principales inconvenientes que van asociados con esta tarjetas.
Uno de los mayores inconvenientes es que si se ha elegido el pago a plazos del crédito de la tarjeta revolving, se generan unos intereses muy elevados que se consideran abusivos (en muchas ocasiones de más del 20%).
Además, estas tarjetas al ser comercializadas normalmente no son explicadas correctamente a los consumidores. Esto provoca que muchas personas acaben, sin darse cuenta, dentro de una espiral de deuda creciente de la que es muy complicado salir.
Por otro lado, es probable que por mucho tiempo que transcurra y muchas cuotas que hayas abonado, la deuda disminuya muy poco. El hecho de que el dinero de la devolución de la deuda se pueda reutilizar al instante, provoca que la deuda sea cada vez mayor y no acabe nunca.